Publicado por Mimo

JUEVES 12 DE FEBRERO DE 2009

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Indiferencia, desprecio, amenazas, crítica destructiva, acusaciones, elevación del tono de voz, silencios... son algunos de los métodos utilizados por aquellos que maltratan psicológicamente a los que erróneamente consideran sus subyugados, y que están orientados a desvalorizar la autoestima y a reducir la autoconfianza de aquellos.

Ello genera despersonalización en aquellos que lo sufren y pruduce una dependencia inconsciente de quién tan bajos y primitivos métodos utiliza.

En muchas ocasiones, la víctima de tales agresiones psíquicas no es consciente de los mismos, hasta que se pasa de las palabras a los hechos, con agresiones físicas. Sin embargo, en muchas ocasiones no se pasa de la propia palabra o gesto amenazante y desalentador, y puede extenderse en el tiempo, imposibilitando el desarrollo, de la víctima, como persona.

La víctima siente soledad y queda paralizada, llenándose de miedo y de angustia, a su vez que el maltratador psicológico se siente poderoso por el poder que, inconscientemente, cree ejercer.

La parte intimidada siente vergüenza y culpa, se viste con una mirada huidiza y ostenta una cierta dejadez social en cuanto a comunicación se refiere.

Los psicólogos relacionan algunos síntomas de estas situaciones, que según dicen pueden manifestarse en irritabilidad, dolores de cabeza, insomnio, fatiga, tristeza, dolores musculares, ganas de llorar sin motivo aparente, ánimo bajo, inapetencia sexual, ansiedad y angustia.

La educación machista lleva a practicar estos métodos por parte de los hombres, de una manera mal aprendida, pero que puede corregirse.

Las salidas ante estas situaciones son contadas. Por una parte, siempre que exista el reconocimiento del problema por la parte dominante, hoy en día existen terapias de pareja para solucionar estos casos. En el supuesto de que dicha parte no acepte dicho tratamiento psicológico, existe la posibilidad de actuar por cuenta propia para conseguir desembarazarse de la situación de la mejor manera posible, acudiendo personalmente al terapeuta. Cualquiera de las dos fórmulas es válida para la realización personal. Desaprender a maltratar psicológicamente es una de los asuntos pendientes de la época en la que vivimos, por el bien común.

Dentro de las limitaciones que la vida nos impone a todos, de una u otra manera, cada uno debe estar donde quiere y con quien desea estar, de eso no hay ninguna duda.

Que autodestructivos pueden llegar a ser el orgullo y el egoísmo, causa ceguera, ojo con el tema, no vaya nadie a equivocarse... si alguien está contigo tiene que ser por voluntad propia, nunca por obligación.

Publicado por: Mimo

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