Productos "milagrosos" contra la caída del pelo

Si algo suena demasiado bueno para ser verdad, ¡no lo es!

 En la larga historia de la alopecia también existe una igual de larga de curas “milagrosas”. Los antiguos egipcios desarrollaron una gran variedad de tratamientos para la calvicie, como la mezcla de grasa de león, hipopótamo, cocodrilo, serpiente y ganso, para salvarse de la calvicie.

La cura de Cleopatra para Julio César fue un compuesto de tierra sobre un ratón cocinado, grasa de oso, diente de caballo y médula de ciervo. Quizás esto no cure la calvicie, pero el olor que despide seguro que no dejará que la gente se acerque lo suficiente como para darse cuenta de su calva.


En tiempos pasados -y en el presente- hubieron muchas curas míticas: orina de perro, araña, yema de huevo, saliva de vaca, pata de caballo salvaje, y prácticamente todos los compuestos orgánicos existentes fueron mencionados como cura milagrosa alguna vez, por alguien... en algún lugar.


Mientras gran cantidad de productos inundan el mercado, la evaluación de su efectividad sin basarse en la experimentación sobre un grupo de personas bajo control y seguimiento estricto, las hace poco serias.

La mayoría de las curas propuestas contra la calvicie nunca tuvieron una validación científica. Son verdades a medias, pseudo ciencia, y la mayoría de ellas son parte de una gran estafa, teniendo en cuenta y aprovechando la situación de desesperación que muchas personas tienen por evitar ser calvas.


Se pueden ver avisos en sitios web y revistas ofreciendo la “última cura”. A continuación le explicaremos y ayudaremos a identificar esas estafas para evitar gastar tiempo y dinero en vano. En teoría esto podría ser una guía para saber qué curas son cuestionables y que compañías están envueltas, pero en la practica esto es imposible. Nosotros no proveemos la lista de productos y sitios web que publican esas estafas, por tres razones:


Primero, muchos de esos malos productos, son publicidad y no duran mucho en una pagina. Quien esté detrás de ellas, podrá cambiar regularmente el nombre de la compañía o del producto y modificar el aviso y/o rotarlo en todos los lugares del mundo. En la web, las páginas cambian de nombre cada dos o tres meses, escapando de la autoridad pertinente y evitando inconvenientes legales.


Segundo, es muy difícil confeccionar una lista de todos los sitios y avisos existentes porque son demasiados y cambian muy rápidamente.


Y tercero, las paginas tienen una protección legal armada contra este tipo de demandas.

Estafas en la historia

Este tipo de cosas abundan y las falsas curas milagrosas son populares y comunes, lamentablemente. Algunas de las más famosas historias fueron conocidas a mitad de siglo. La gente creía ciegamente en la ciencia moderna, y los estafadores disfrazaban sus inventos en forma de desarrollos científicos falsos.


Quizás la mas famosa de las curas milagrosas se basaba en preparaciones domesticas. Un casco se ponía sobre el cuero cabelludo y se sellaba con un cierre de caucho formando una cámara hermética. Luego se insertaba una pompa de aspiración y se la hacia funcionar, y el proceso variaba según la fábrica que lo distribuía. Las impurezas rescatadas de los folículos, supuestamente permitían el crecimiento... si el pelo no era arrancado del folículo durante el procesado.


La explicación mas popular fue la de que estimulaba el cuero cabelludo y aumentaba el flujo sanguíneo. Después del tratamiento, los pacientes tenían manchas rojas en el cuero cabelludo como resultado de una ampolla gigante por la succión.


La estimulación eléctrica fue otro popular tratamiento, común entre los estilistas y cosmetólogos. Aplicando corriente eléctrica supuestamente se estimulaban los folículos permitiendo el crecimiento del pelo. Ambas curas milagrosas están aun en circulación en todo el mundo, usualmente provistas por marcas y clínicas de salud "alternativas".

Las píldoras y pociones son las mas conocidas a través del tiempo, por ser baratas de fabricar y de ubicar en los comercios, además de poder contener substancias inocuas, aunque en algunos casos -sin embargo- podrían ser peligrosas. Cuando los fabricantes dicen que quieren mantener el ingrediente clave en secreto para protegerlo de sus competidores, podrían estar ocultando algún elemento peligroso para la salud.